martes, 30 de agosto de 2022

EL ESPÍA QUE SURGIÓ DEL CALORET

Confieso que cuando, unos meses atrás,

Alicia González Bartlett /Wikimèdia
leí que Alicia Giménez-Bartlett había publicado una novela con el título de La Presidenta* e inspirada en la etapa de los gobiernos del PP en la Comunidad Valenciana y en la persona de Rita Barberá me sentí interesado. Conocía a esta escritora por su novela negra, en especial por la serie de Petra Delicado, por lo que pensaba que podía ser interesante, aunque el eco se había completamente apagado en el tiempo transcurrido, lo cual no es buen síntoma.

Así que, aprovechando el asueto del estío, puse manos a la obra. El primer pàrrafo deja clara la intención, el objetivo y el protagonismo con una metáfora sobra una ballena varada, encontrada inerte -inerte definitiva, no temporal- y a la que de una manera u otra todos hemos contribuido a matar. Con el nombre del personaje sobra: Vita Castellà.

A partir de ahí, la autora esboza un relato detectivesco, de auténtica novela negra, idónea para los amantes de las conspiraciones, como la que, precisamente, tenemos estos días en torno a los atentados de Barcelona, con un transfondo en la política valenciana de la corrupción y los protagonistas más o menos esbozados. Eso sí, la principal no es alcaldesa de Valencia (por entonces, aún sin acento) sino presidenta de la Generalitat.

Un aspecto original estriba en el protagonismo de dos inspectoras de la criminal de la Policía Nacional, hermanas y novatas, a las que se asigna la investigación, que afrontan frente al desinterés de sus jefes -desde el mismísimo ministro del Interior- y la absoluta falta de medios.

Poco a poco, asistimos a la labor de Berta y Marta Miralles, que tienen iniciativa e ingenio y que se agencian colaboradores improvisados, mientras conocemos detalles de aquí y de allá de episodios siniestros de corrupción y también de las inclinaciones sexuales de uno u otro personaje.

Al final, hay una resolución, que parte de uno de los puntos de partida posibles: la venganza por el olvido, la marginalidad a que el Partido -en mayúscula y sin citar el nombre- ha sometido a quienes han tenido la desgracia de ser descubiertos, implicados y condenados.

Lo mejor del libro, en mi modesta opinión, una frase de la página 196: “soy el espía que surgió del caloret”, porque forma parte de la memoria colectiva de este país, al mismo nivel que la famosísima “relaxing cup of café con leche”, de otra alcaldesa, en este caso de Madrid, aunque del mismo partido (en minúscula).

* La presidenta - Alicia Giménez-Bartlett - Alfaguara Negra 2022

            Baradello Gelat - Agosto 2022

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