Confieso que cuando, unos meses atrás,
leí que
Alicia Giménez-Bartlett había
publicado una novela con el título de La
Presidenta* e inspirada en la etapa de los gobiernos del PP en la Comunidad
Valenciana y en la persona de Rita
Barberá me sentí interesado. Conocía a esta escritora por su novela negra,
en especial por la serie de Petra
Delicado, por lo que pensaba que podía ser interesante, aunque el eco se
había completamente apagado en el tiempo transcurrido, lo cual no es buen
síntoma.Alicia González Bartlett /Wikimèdia
Así que,
aprovechando el asueto del estío, puse manos a la obra. El primer pàrrafo deja
clara la intención, el objetivo y el protagonismo con una metáfora sobra una
ballena varada, encontrada inerte -inerte definitiva, no temporal- y a la que
de una manera u otra todos hemos contribuido a matar. Con el nombre del
personaje sobra: Vita Castellà.
A partir de ahí, la
autora esboza un relato detectivesco, de auténtica novela negra, idónea para
los amantes de las conspiraciones, como la que, precisamente, tenemos estos
días en torno a los atentados de Barcelona, con un transfondo en la política
valenciana de la corrupción y los protagonistas más o menos esbozados. Eso sí,
la principal no es alcaldesa de Valencia (por entonces, aún sin acento) sino
presidenta de la Generalitat.
Un aspecto original estriba en el protagonismo de dos inspectoras de la criminal de la Policía Nacional, hermanas y novatas, a las que se asigna la investigación, que afrontan frente al desinterés de sus jefes -desde el mismísimo ministro del Interior- y la absoluta falta de medios.
Poco a poco,
asistimos a la labor de Berta y Marta Miralles, que tienen iniciativa e
ingenio y que se agencian colaboradores improvisados, mientras conocemos
detalles de aquí y de allá de episodios siniestros de corrupción y también de
las inclinaciones sexuales de uno u otro personaje.
Al final, hay una
resolución, que parte de uno de los puntos de partida posibles: la venganza por
el olvido, la marginalidad a que el Partido -en mayúscula y sin citar el
nombre- ha sometido a quienes han tenido la desgracia de ser descubiertos,
implicados y condenados.
Lo mejor del libro, en mi modesta opinión, una frase de la página 196: “soy el espía que surgió del caloret”, porque forma parte de la memoria colectiva de este país, al mismo nivel que la famosísima “relaxing cup of café con leche”, de otra alcaldesa, en este caso de Madrid, aunque del mismo partido (en minúscula).
* La presidenta - Alicia Giménez-Bartlett - Alfaguara Negra 2022
Baradello Gelat - Agosto 2022
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